
¿Cómo se crea un bache y cuál es la manera más eficiente y económica de repararlo?
Una vía de tierra por donde transitan vehículos debe tener una pendiente lateral, aproximadamente del 2 %, para que, cuando llueva, el agua se evacúe por sus laterales.
Debido al tránsito frecuente, los materiales se desplazan poco a poco hacia los bordes del camino; allí se acumulan sedimentos granulares y, en ocasiones, pequeñas rocas. Además, se forman trías o rodadas en la superficie de tránsito.
Estas rodadas favorecen la formación de charcos, que inicialmente son poco profundos. Sin embargo, cuando llueve, se deposita agua en estas zonas y, al transitar sobre ellas, los neumáticos lanzan el agua hacia los laterales, arrastrando sedimentos áridos. Como consecuencia, el agua retorna al bache y el material sedimentado, diluido en el agua expulsada, se deposita en sus bordes. Esto provoca que el bache se haga progresivamente más profundo, con un deterioro exponencial, ya que aumenta rápidamente tanto en tamaño como en profundidad.
Cuando el bache alcanza una profundidad en la que se supera la capa de material granular de la rodadura, el deterioro se acelera aún más. En ese momento, a los neumáticos que transitan por la zona se les adhieren materiales plásticos de la base portante del camino, los cuales se desprenden a pocos metros, contaminando la capa superficial de rodadura. Esto profundiza aún más y más rápidamente el bache y destruye el perfil longitudinal del camino.
Por tanto, es mucho más eficaz y económico acometer labores de mantenimiento en la capa de rodadura con la frecuencia necesaria para evitar que el deterioro alcance niveles severos y dificulte la transitabilidad.
La forma óptima de reparar estos baches es intervenir antes de que alcancen un gran tamaño, tanto en superficie como en profundidad. Se recomienda, en la medida de lo posible, situar los materiales de mayor calibre en lo profundo del bache y los materiales finos y granulares en la superficie, alineados con el perfil longitudinal y transversal del camino.
¿Qué proponemos en CHAPTOOLS para realizar esta tarea?
Utilizar nuestra niveladora multitarea para intervenir en una sola pasada.
Mediante un brazo equipado con una cuchilla lateral, se recuperan los materiales que, a causa del tránsito, se han depositado en el lateral del camino, posicionándolos frente a la línea transversal de púas. Esta línea de púas raspa las zonas elevadas y arrastra los materiales granulares gruesos hasta que caen y se depositan en lo profundo del bache o en un regacho, permitiendo que los materiales finos sean conducidos a la cuchilla central niveladora para que tape a los gruesos y rasantee la capa de rodadura.
La cuchilla lateral, además, perfila una segunda pendiente lateral, más pronunciada que la de la capa de rodadura, para facilitar el drenaje.
De esta manera, se recogen todas las piedras presentes en la superficie y se sitúan en lo profundo de los baches, cubriéndolas con materiales finos. Además, se logran dos pendientes laterales en una sola pasada. La ausencia de piedras en la superficie supone un gran avance, al mismo tiempo que colocarlas en lo profundo de la capa de rodadura incrementa la capacidad portante de la misma.